25.11.04

Revenge! - I: Awakening.

Cuando despertó, lo primero que sintió fue que su cabeza iba a estallar. Durante un rato no vio más que manchas blancas y verdes arremolinándose ante sus ojos al compás de una patética fanfarria circense que, ¡ris, ras! le arañaba la mente y, ¡¡ris, ras!! le arrancaba pedacitos de su ya mermada razón con afilados incisivos. Hizo falta que transcurriesen muchos minutos para volver totalmente en sí, pero infinitamente más para digerir lo que los doctores le anunciaron poco después. Cinco años, había pasado cinco años en coma. ¿Qué había ocurrido durante todo aquél tiempo? Se miraba en el espejo y prácticamente no se reconocía a sí mismo. Por más que se tocaba con manos temblorosas no sentía que aquel cuerpo fuera el suyo. ¿Y qué habría pasado con su trabajo y sus amigos? ¿Qué había ocurrido con ...?

Sí, el despertar fue muy duro para Zachary. Al principio, su memoria, aferrándose a la tranquila comodidad de la inconsciencia, le dio muchos problemas. En su mente había grabados retazos de imágenes a las que no encontraba sentido y fragmentos de diálogos que apenas lograba situar. Fue un infierno. Pero a las pocas semanas se recuperó, y entonces los doctores decidieron que ya era hora de contarle la verdad. Lo que en un principio había sido un aparatoso accidente en la Interplanetaria 56 se tornó en un intento de asesinato milagrosamente fallido. Ninguna aeronave había chocado contra la suya, y aquellas marcas que recorrían su cuerpo no habían sido producidas por pedazos de metal desprendidos, sino por balas del calibre 45.

No hizo falta que le explicasen más. De repente su memoria despertó como lo hubiera hecho un volcán dormido durante siglos. Cada nuevo recuerdo escupido le quemaba como lava. La vio a ella. Unas veces sonreía, otras, se quedaba callada con la mirada perdida en el infinito. La recordó tendida sobre la azafranada arena marciana, llamándole. También volvieron a él el tacto de su piel, sus besos, sus abrazos.

Por último, recordó el instante en que le encañonó.

Y entonces comenzó a gritar, y, junto con sus gritos, fluyó la rabia de su interior formando un torrente de aguas negras y oleosas. Insondables. Se desgañitó, lloró, golpeó paredes y rompió cuanto acudía a su encuentro. Pero sobre todo se maldijo a sí mismo: por haberse quedado a su lado a pesar de saber qué clase de persona era, por haberse dejado llevar, por haberse enamorado de ella ... por seguir amándola a pesar de todo.

Al cabo de un tiempo, la tempestad se calmó y de la fría tranquilidad de su interior nació una idea. Una idea que iluminó su vida a partir de entonces, que le indicó el camino que debía seguir y las acciones que debía emprender.

Venganza.

Venzanga.

Venganza ...

Continuará


1 Comments:

Blogger Tania-chan said...

He aquí mi primera incursión en la "ciencia ficción". Lo pongo entre comillas porque, en realidad, de ciencia no tiene nada. No es un relato estilo Asimov, sino, más bien, uno tipo "Muerte de la luz" de GRR Martin (libro que recomiendo encarecidamente a todo el mundo): se trata de una historia de amor y venganza desarrollada en un ambiente cósmico.

Vamos, que lo único que tiene de "ciencia ficción" (una vez más, entre comillas) es que tiene lugar en el Sistema Solar y no en la tierra :P

En realidad, la historia que se desarrolla aquí no es lo que yo pretendía escribir. Quería una historia más ambiciosa, pero no me salió como yo quería y, al final, se quedó en algo muy parecido a Kill Bill. Quizás en un futuro lo intente de nuevo y quede a mi gusto.

3:09 p. m.  

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