27.12.05

I hate it, but I need it.

Tras mucho tiempo atrasándolo, finalmente hoy he tenido que acudir a la cita. Los músculos de esta pobre espalda mía ya no lo aguantaban más. Sí ... hoy ha tocado hacer una visita al fisioterapeuta.

Y es que lo odio.

Las razones son varias. Ya no es solamente el hecho de que pagues veinte euros para que te machaquen, literalmente, la espalda. Lo de que te toquetee la espalda alguien a quien no conoces de nada, no me gusta ni un pelo, tampoco. Pero si encima el tío en cuestión se pone a hacerte preguntas sobre cómo has avanzado en la carrera desde la última vez en que te vio, la cosa ya se pone bastante molesta.

Recuerdo la primera vez que acudí a su consulta. Empezó preguntándome qué estudiaba, cuantos años tenía, etc. Al principio no me importaba mucho y respondía sin darle demasiadas vueltas. Pero en cuanto el señorito hizo el cálculo mental ("tiene 23 años y la carrera de Informática es de tres"), dijo: "¡vaya cuanto tardas! Estudias muy poco, ¿eh? Yo tengo un amigo que sacó la Técnica y la Superior año por año. Igual lo conoces, se llama Iván Lobo...".

¡Será cabrón el tío!

Ahí estaba esa pedazo de mole humana haciendo restallar mis huesos, rechinar mis dientes y sufrir a mis músculos y, por si le pareciera poco, va y me dice eso. Ni que decir tiene que se me quitaron las ganas de volver a ir.

Vaaale, admito que el dolor del masaje también tuvo algo que ver con ello.

De todas formas, yo me pregunto: ¿y quién co** es él para ir diciendo si estudio poco o no? ¿Por qué no puede hacer el trabajo y mantener la boca cerradita? También es cierto que yo podría decirle "métete en tus asuntos", pero no tengo valor para hacerlo. Como decía George R.R. Martin en Juego de Tronos, "Había perdido la ocasión. Era una niña buena y siempre cuidaba sus modales" ... pues yo lo mismo.

En fin, que me pasé bastante tiempo sin ir. Sin embargo, como decía antes, llega un momento en el que te tienes que fastidiar, dejar tu orgullo herido y acudir a la consulta, porque esos músculos hinchados a ambos lados del cuello no pintan demasiado bien.

Hoy la cosa no fue muy desagradable. Cuando me preguntó qué me quedaba para acabar, le dije que una asignatura y el proyecto (mentira, me quedan tres asignaturas y el proyecto), y cuando dijo: ¿y son tan cafres de dejarte con una sola asignatura? ¿O es que te lo buscaste tú? , simplemente contesté que nunca antes la había cogido. Luego empezó la paliza. Un momento después tuvo que abandonar la sala para atender una llamada, y me apeteció incorporarme y lanzarle un corte de manga a la habitación vacía, pero lo único que me salió fue un "auuuu" lastimero. Patético xD

Dentro de unos días tendré que acudir de nuevo a la consulta del fisioterapeuta. En condiciones normales mi proceso mental para la ocasión sería: ¿más dolor? No, gracias. ¿Mas conversaciones molestas? Nooooo, gracias. O sea, que no iré. Pero debo darle más importancia a mis necesidades que a mis ... debilidades, así que, seré fuerte e iré.

La cita es para el viernes. Lo cierto es que el viernes lo tengo muy ocupado. Mmm, creo que la retrasaré para el lunes. ¡¡Pero de ahí no pasa, prometido!!




Por cierto, para los que no sean de mis alrededores: Iván Lobo es un profesor de mi titulación :P